La ortodoncia permite tener una boca sana, una sonrisa estética y unos dientes alineados que, cuidándolos, con mayor probabilidad van a durar mucho más tiempo. La corrección evita la mala alineación o apiñamiento de dientes, la mala posición de la dentadura o el desplazamiento dental.

Aunque es recomendable comenzar estos tratamientos a una edad temprana, ya no es un condicionante para ningún adulto, puesto que los avances tecnológicos han dado lugar a diferentes técnicas adaptadas a las necesidades de cada persona: desde los clásicos brackets
metálicos, pasando por materiales que se mimetizan con el esmalte, hasta férulas personalizadas de quita y pon que tras un minucioso estudio 3D, corrigen semanalmente la sonrisa, pudiendo ver el resultado final desde antes de empezar el tratamiento.